jueves, 1 de octubre de 2015

GLUTATIÓN: “SISTEMA DE DEPÓSITO DE DESECHOS TÓXICOS”

El sistema de enzimas GSH se encarga de eliminar cientos de toxinas, incluyendo metabolitos de drogas, contaminantes, cancerígenos y daños provocados por la radiación. No es de sorprender que las mayores concentraciones de GSH se encuentren en el hígado, principal órgano desintoxicante del cuerpo. Diariamente inhalamos e ingerimos toxinas naturales y sintéticas y no hay forma de que podamos evitarlas, especialmente en estos tiempos de tecnología, ciudades contaminadas y congestionadas y con nuestros abastecimientos de alimentos bio-modificados. Algunos estudios experimentales han demostrado que los niveles bajos de glutatión llevan a una función deficiente de los riñones y el hígado que dan como resultado altas cantidades innecesarias de toxinas que circulan a través de nuestro cuerpo. A su paso, dañan constantemente células individuales y órganos. La lista de toxinas eliminadas incluye el humo del cigarrillo, las emisiones de los automóviles y los metales pesados. Los médicos generalmente utilizan medicamentos para elevar los niveles de glutatión en enfermedades críticas como las sobredosis de acetaminofén y las fallas hepáticas fulminantes.

REDUCCIÓN DEL GLUTATIÓN

Nuestro cuerpo se encuentra diariamente expuesto a factores que disminuyen nuestros niveles de glutatión: El estrés, la contaminación, la radiación, las infecciones, los medicamentos, las dietas no balanceadas, el envejecimiento, las lesiones y la fatiga. Todo esto contribuye a la reducción del glutatión que a su vez nos lleva hacia el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. “La preocupación por mantener nuestros niveles de glutatión pronto se va a encontrar a la par con otros temas para el mantenimiento de la salud. Dentro de poco, las personas estarán aumentando sus niveles de glutatión de la misma forma que toman sus suplementos vitamínicos todas las mañanas”, afirma el Dr. Bounous.

La ciencia de glutatión

Patricia A.L. Kongshavn, Ph.D
Antigua Profesora: Departamento de Medicina, Universidad McGill, Montreal, Canadá

El glutatión es una pequeña molécula que se encuentra en casi cada una de las células. No puede tener acceso directo a casi ninguna célula y por lo tanto debe ser producida dentro de cada una de ellas a partir de sus tres aminoácidos constituyentes: glicina, glutamato y cisteína. El porcentaje en el que se puede producir el glutatión depende de la disponibilidad de la cisteína, misma que es relativamente escasa en los alimentos. Además, la molécula de la cisteína contiene una porción con sulfuro que proporciona a toda la molécula del glutatión su ‘actividad bioquímica’; es decir, su habilidad para realizar las siguientes funciones de vital importancia: En primer lugar, el glutatión es el antioxidante principal producido por las células, protegiéndolas de los ‘radicales libres’ (‘radicales del oxígeno’, ‘oxirradicales,). Estas sustancias altamente reactivas, si se dejan sin atender, dañan o destruyen los componentes principales de las células (p. ej. membranas, ADN) en cuestión de microsegundos. Los oxirradicales se generan en los miles de mitocondrias que se encuentran dentro de cada célula, en donde, utilizando el oxígeno, se queman los nutrientes como la glucosa para producir energía. (Se puede decir que la mitocondria es como las baterías que proporcionan la energía para que funcionen las células). Los oxirradicales también se producen de los contaminantes, la radiación UV y otras fuentes. Además, el glutatión recicla otros antioxidantes conocidos como las vitaminas C y E, manteniéndolas en estado activo. En segundo lugar, el glutatión es un agente desintoxicante muy importante habilitando al cuerpo a deshacerse de las toxinas y los contaminantes indeseables. Forma un compuesto soluble con las toxinas que después es secretado a través de la orina o el intestino. El hígado y los riñones contienen grandes cantidades de glutatión ya que son los órganos más expuestos a las toxinas. Los pulmones también son ricos en glutatión en parte por esta misma razón. Muchos químicos, metales pesados, metabolitos de los medicamentos, etc. que provocan el cáncer son eliminados de esta forma. En tercer lugar, el glutatión juega un papel crucial en el mantenimiento del balance normal entre la oxidación y la anti-oxidación. Esto, a su vez, regula muchas de las funciones vitales de las células tales como la síntesis y reparación del ADN, la síntesis de las proteínas y la activación y regulación de las enzimas. En cuarto lugar, el glutatión es necesario para realizar muchos de los intrincados pasos de la respuesta inmunitaria. Por ejemplo, es necesario para que los linfocitos se multipliquen para desarrollar una respuesta inmunitaria resistente y para que los linfocitos ‘destructores’ sean capaces de destruir células indeseables tales como las células cancerígenas o células vitales infectadas. La importancia del glutatión no puede ser sobreestimada. Tiene múltiples funciones como se ha indicado y, de hecho, al examinar cada sistema u órgano más detalladamente, la necesidad del glutatión se vuelve más evidente. Los valores del glutatión disminuyen con la edad y se puede observar que los valores más altos en las personas mayores se encuentran relacionados con una mejor salud subestimando la importancia de esta sorprendente sustancia en el mantenimiento de un cuerpo saludable y con buen funcionamiento.

Referencias: Lomaestro B., Malone M. Glutathione in health and disease: Pharmacotherapeutic Issues Ann Pharmacother 29: 1263-73,1995

Glutatión: La “Droga Natural” sin descubrir

Patricia A.L. Kongshavn, Ph.D
Antigua Profesora: Departamento de Medicina, Universidad Mc Gill, Montreal, Canadá

Un reciente comunicado de prensa emitido por las CBS resaltaba la necesidad de un “medicamento universal o que sirva para todo” que sea capaz de combatir cualquier germen o químico tóxico emitido por las fuerzas hostiles. En general, la idea era reforzar las defensas que ya poseemos, en particular las del sistema inmunitario con el fin de combatir las enfermedades y el cáncer. La CBS hizo una breve mención de dos sustancias, la cisteína y el glutatión que merecen una atención mucho más amplia. El glutatión es una sustancia clave que se encuentra en cada célula de nuestro cuerpo y que pudiera pasar como un “medicamento universal naturalmente producido” ¡y sin efectos secundarios adversos! Es el antioxidante celular más importante, que neutraliza los “radicales libres” que de otra forma dañarían o destruirían las células. Durante el metabolismo, cuerpo produce radicales libres y bajo cualquier forma de estrés, tal como intoxicación química o infecciones bacteriológicas, el cuerpo genera muchos más. Si el abastecimiento de glutatión no es suficiente, estos radicales libres pueden arrasar con las células. La exposición a la radicación solar o de otras fuentes puede también resultar en la producción de radicales libres altamente reactivos que nuestros cuerpos necesitan eliminar. El glutatión también es principal agente desintoxicante de nuestro cuerpo; convierte las sustancias químicas dañinas (toxinas) en productos indefensos que el cuerpo puede eliminar fácilmente. Tales químicos incluyen sustancias cancerígenas, metales pesados, herbicidas, pesticidas, humo y otros contaminantes. De esta forma, el glutatión proporciona una importante protección contra muchos de los elementos peligrosos del medio ambiente. Para este propósito, el hígado es particularmente rico en glutatión y el sistema inmunitario es nuestra principal defensa contra las infecciones. Una vez más, el glutatión juega un papel de vital importancia ayudando al sistema inmunitario a funcionar óptimamente, algo que no podría ser posible si los niveles de glutatión se encontraran muy bajos. Por ejemplo, las células del sistema inmunitario (los linfocitos) no se podrían multiplicar de la misma manera, no podrían producir tantos anticuerpos y no podrían eliminar tantas células indeseables, como las cancerígenas o las infectadas con virus. La deficiencia de glutatión también puede afectar otros sistemas y órganos tales como los pulmones, el sistema nervioso y el aparato digestivo. Se ha comprobado que existen varios desórdenes médicos asociados con la deficiencia de glutatión; esto incluye debilitamiento por el cáncer o el SIDA, algunos desórdenes intestinales, enfermedades pulmonares, síndrome de sobre-entrenamiento en los atletas y trauma. Además, al aumentar nuestra edad, los niveles de glutatión bajan lo que sin duda explica, parcialmente, la menor resistencia de las personas mayores a las enfermedades. El glutatión es una proteína muy pequeña producida en el interior de las células a partir de tres aminoácidos obtenidos de nuestros alimentos o de suplementos. Uno de los tres aminoácidos, la cisteína, da sus propiedades antioxidantes y desintoxicantes al glutatión. Este aminoácido es relativamente escaso en los alimentos y puede llevar a deficiencias de glutatión, incluso en personas saludables. Por ejemplo, un estudio demostró que al consumir un producto rico en cisteína como el Immunocal, los valores de glutatión aumentaban en un 35.5% en los linfocitos de jóvenes adultos normales (ver referencia abajo). Se ha documentado muy bien el hecho de que el glutatión que se vende como suplemento dietético es básicamente destruido durante el proceso digestivo y por lo tanto es de poca utilidad para el cuerpo. La cisteína misma es tóxica y sufre la misma suerte que el glutatión a menos que sea químicamente modificada. Los médicos utilizan la acetil-cisteína N como suplemento pero tiene ciertos efectos secundarios desagradables, incluso en dosis moderadas. Por lo tanto, la mejor fuente para suplementar el nivel de cisteína son los alimentos ricos en cisteína. Se encuentra normalmente presente en los alimentos como la forma estable, cistina (2 moléculas de cisteína enlazadas). Nuestro cuerpo digiere, absorbe y transporta la cistina hasta las células en las que se separan y se convierten en cisteína. Visto que el calor o el estrés mecánico divide fácilmente la cistina en cisteína (y ésta es destruida por el proceso digestivo), los alimentos crudos y sin procesar o suplementos alimenticios especialmente altos en cisteína bioactiva (cistina) realmente constituyen la mejor fuente de este aminoácido vital. Hace sesenta años, Florey y Fleming revolucionaron el tratamiento médico de las infecciones con el descubrimiento de los antibióticos que actúan contra un amplio rango de bacterias. El glutatión, un “medicamento natural” tal vez de la misma manera pueda aportar una significante contribución para que podamos defendernos nosotros mismos contra el creciente número de peligros biológicos y químicos a los que nuestra sociedad tiene que enfrentarse en estos días.

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